Cómo potabilizar agua de pozo
Poseer una fuente privada para abastecernos de agua potable puede ser algo magnífico pero, debemos conocer esta agua procedente de tu pozo o manantial y en especial con sus responsabilidades sobre ella. Desinfectar y potabilizar agua de pozo de manera segura es esencial siempre y cuando cumplas determinadas normas microbiológicas y químicas concernientes a la calidad del agua potable.
En este artículo analizaremos los posibles problemas que podemos encontrar en el agua de un pozo privado y como solucionarlo.
Guía para propietarios de pozo
¿Qué podemos encontrar en un pozo?
La respuesta es evidente…. ¡AGUA! pero, existen más cosas en él.
Muchos hogares ubicados en núcleos de población pequeños, en urbanizaciones y en zonas rurales o aisladas dependen de su propia captación (pozos, aljibes, depósitos, manantiales…) para abastecerse con agua potable.
Un pozo bien ubicado, bien construido y protegido de la contaminación exterior, puede ser una fuente de agua potable durante muchos años.
No obstante, al contrario de lo que sucede con la red de abastecimiento de agua en grandes municipios y ciudades, con demasiada frecuencia, apenas existe regulación, ni reglas relativas a la calidad de los suministros privados de agua.
En estos casos es el propietario del pozo el responsable de asegurar el mantenimiento y la calidad del agua desde el punto de abastecimiento hasta el grifo.
A menudo, el único requisito para realizar pruebas de calidad es cuando se produce una compra o venta inmobiliaria con el objeto de dar la cobertura de un seguro o por otros requerimientos administrativos. Al margen de estos casos y a menos que se origine un brote epidémico, trastornos digestivos o una enfermedad inexplicable, la inmensa mayoría de propietarios de pozos privados cometen la imprudencia de no realizar un análisis de control microbiológico en el agua para evitar posibles contaminantes indeseados, principalmente virus patógenos y bacterias que pueden estar presentes en cada vaso de agua.
Los contaminantes microbiológicos o parásitos en el agua de pozos o manantiales como, por ejemplo, la Giardia, la E. coli, o el Cryptosporidium, no alteran el olor, sabor, ni el aspecto del agua, son invisibles a simple vista. Debemos ser cautos ya que el agua, aunque sea clara no siempre es sinónimo de agua segura.

¿Cómo se puede contaminar el agua de un pozo?
El agua de un pozo se puede contaminar tanto por encima como también por debajo de la superficie. Episodios como inundaciones, aguas pluviales de tormentas o escorrentía, sobre todo en primavera, pueden llegar a contaminar incluso a los pozos de agua más modernos, bien construidos y mejor diseñados e infiltrar aguas superficiales en el acuífero de debajo dando lugar a bacterias, virus, parásitos, metales, nitratos y otros químicos en el agua.

Las fuentes de contaminación en un pozo pueden ser de origen natural, agrícola, industrial y urbano o residencial.
Contaminación desde la superficie:
- Contaminación de aire y agua de lluvia
- Residuos urbanos y domésticos
- Sal de deshielo en carreteras
- Escorrentía superficial de calles y aparcamientos
- Residuos industriales superficiales
- Residuos agrícolas o fertilizantes
Contaminación por debajo de la superficie:
- Perforación de vertederos
- Drenajes
- Fugas de tuberías
- Tanques de almacenamiento
- Pozos de construcción inadecuada o abandonados
- Sistemas sépticos
En caso de que seas propietario de un pozo antiguo puedes tener altas posibilidades de que esté contaminado por aguas superficiales.
Tu pozo, posiblemente, fue construido para obedecer a trámites o exigencias mucho menos restrictivas que en la actualidad, y es probable que no incorporase elementos que han demostrado en la actualidad una mayor protección como, por ejemplo, la cubierta o tapa sanitaria del pozo, unos sellados de resina adecuados que eviten que el agua superficial y otros contaminantes como fertilizantes, pesticidas y bacterias ingresen al pozo o también un revestimiento o entubación que sobresalga por encima de la superficie.
Y lo peor es que, cuanto más tiempo pase, mayor peligro habrá de un posible deterioro estructural.
Un profesional, dentro del sector, puede llevar a cabo un diagnostico completo y ayudarte a potabilizar el agua de pozo o manantial para que esté en condiciones óptimas de explotación y reducir posibles amenazas de contaminación bacteriana en tu agua potable.
Fosa séptica para aguas residuales
Muchas viviendas, abastecidas por un suministro de agua privado, también dependen de un sistema propio de saneamiento de aguas residuales domésticas (fosa séptica o depósito de acumulación).
Hay que ser consciente de la importancia que tiene el mantenimiento y el control de la fosa séptica y vigilar que no se atasquen los desagües de drenaje.
Estos sistemas sépticos, utilizados de forma inadecuada o mal acondicionados y conservados, pueden llegar a ser un foco de infección y un peligro para la salud humana.
También, en este sentido, existe el peligro de producirse «conexiones cruzadas» entre la red de distribución de agua potable y el sistema séptico o de aguas residuales. Asegúrate de que tu fosa séptica se revise con cierta periodicidad, por lo menos 1 vez al año, y que se mantenga en buenas condiciones para reducir o evitar posibles problemas en cuanto a contaminación se refiere.
Es tu pozo, pero no tu acuífero
Aunque pienses que tu pozo se encuentra en buen estado y el agua subterránea del acuífero que lo abastece no está contaminada, pueden existir diversas fuentes de contaminación como, por ejemplo, otros pozos contaminados o sistemas sépticos dentro del mismo acuífero en donde esas condiciones de salubridad no existen.
De hecho, puede haber acuíferos conectados por medio de grietas y fisuras en las cuales el agua se abre camino a lo largo del lecho rocoso llevando los contaminantes con ella. Con lo cual, los pozos colindantes, así como sistemas sépticos cercanos también constituyen una amenaza para tu agua potable.
Considerando que estas posibles situaciones son difíciles de controlar, la mejor alternativa es utilizar algún tipo de tratamiento de agua de pozo para consumo humano y así conseguir que el agua, antes de que llegue a tu hogar, sea potable, segura y libre de contaminantes.
Los pozos abandonados
A lo largo de los años, muchos pozos alrededor de hogares y áreas urbanas han sido abandonados sin haber sido sellados y/o clausurados adecuadamente. Un pozo abandonado es un conducto directo desde la superficie hasta el acuífero de abajo.
Los contaminantes que ingresan al pozo se introducen directamente en el acuífero sin posibilidad de filtración natural a través de suelos o materiales geológicos.
Estos pozos abandonados de forma impropia pueden convertirse en posibles vías de entrada de contaminación del agua subterránea y poner en riesgo otros pozos en el acuífero e incluso poner en contacto dos acuíferos con diferentes calidades químicas.
También, pueden constituir un serio peligro para la seguridad de niños y animales al no señalizar, ni poner barreras para evitar posibles accidentes, ante todo, se debe aplicar el sentido común. Clausurar un pozo abandonado requiere tiempo y dinero pero, es una amenaza que no se puede ignorar.
La importancia de analizar el agua de tu pozo
Utilizar agua potable de un pozo privado ya sea para beber, preparar alimentos o hacer hielo puede ser el origen de enfermedades para ti, la familia y tus mascotas.
Los bebés, los niños, las mujeres embarazadas, personas mayores o personas con problemas de salud tienen mayor riesgo de sufrir efectos sobre su salud por consumir agua de pozo contaminada.
El agua de tu pozo debe estar libre de microorganismos, como bacterias, virus o parásitos que pueden causar enfermedades y de productos químicos a niveles que podrían suponer un riesgo para tu salud.
Por tu propia tranquilidad y a efectos de responsabilidad, es importante analizar el agua del pozo y conocer la calidad organoléptica, físico-química y microbiológica para confirmar cualquier problema y así permitirte tomar las medidas necesarias para protegerte a ti mismo y a tu familia. No te puedes enfrentar con un problema que ni siquiera sabes que existe.
Los parámetros de control que debemos tener en cuenta para analizar la potabilidad del agua de pozo suelen ser los siguientes:
- Clostridium perfringens
- Escherichia coli
- Enterococus intestinales
- Coliformes totales
- Aerobios a 22ºC
- Nitritos y Nitratos
- Amonio
- Calcio
- Magnesio
- Dureza
- Olor
- Color
- Sabor
- Turbidez
- pH
- Conductividad a 20ºC
- Oxidabilidad
- Cloro libre residual
- Cloro combinado residual
- Cloro total
Estos parámetros de control a analizar darán como resultado si el agua es apta para el consumo humano según el Real Decreto 140/2003 que establece los criterios sanitarios de calidad del agua de consumo público.
Otros parámetros a controlar en el grifo del consumidor como el cobre, plomo, níquel, o el hierro, se pueden añadir si se sospecha que la instalación interior de tu vivienda (tuberías u otros elementos) tiene instalado este tipo de material.
Giardia y Cryptosporidium
La Giardia y el Cryptosporidium se encuentran habitualmente presentes en fuentes de agua superficial sobre todo en entornos rurales. Estos microorganismos no son parámetros de control que entren a formar parte en los análisis rutinarios de control microbiológico ya que, suelen ser costosos y se tienen que solicitar bajo demanda.
No obstante, hay que prestar especial atención porque pueden estar presentes en el agua de tu pozo bajo la influencia directa del agua superficial.

Ambos parásitos se adhieren al intestino de humanos y animales y se transmiten a través de las heces. Estos parásitos intestinales pueden encontrarse cuando existe contaminación fecal o filtración de aguas superficiales dentro del pozo o acuífero.
Es importante saber que estos organismos son altamente resistentes al cloro y a otros muchos desinfectantes que se usan para matar bacterias y virus en el agua potable. Por lo que se recomienda, con el fin de su total eliminación, un tratamiento ultravioleta (UV-C) para potabilizar el agua del pozo.
Si has tenido problemas con alguno de estos parásitos, recuerda que debes analizar periódicamente el agua de tu pozo al menos una vez al año después de la desinfección para asegurarte de que el problema no se repite.
Existen numerosos laboratorios para el control microbiológico del agua tanto públicos como privados acreditados por Enac donde puedes informarte sobre el análisis, el asesoramiento del proceso y cualquier tarifa asociada al respecto.
El laboratorio te puede ayudar a determinar si debes volver a tomar una muestra, desinfectar el agua de pozo o tomar otras medidas de acuerdo con el resultado.
¿Con qué frecuencia debo analizar el agua de mi pozo?
El agua de pozo privado debe analizarse como mínimo una vez al año para buscar la presencia de bacterias coliformes. Los suministros de agua potable obtenidos de pozos poco profundos y fuentes de agua superficial se aconseja analizar con mayor frecuencia (es decir, estacionalmente), ya que son más susceptibles a la contaminación.
Para otros parámetros como los compuestos inorgánicos (alcalinidad, dureza, nitrato, nitrito, pH, amonio, arsénico, calcio, cobre, hierro, plomo, sodio, etc) se recomienda un análisis cada 2 o 3 años
Para compuestos orgánicos volátiles, así como también pruebas de pesticidas y herbicidas está indicado hacerlo cada 5 años.
Además de analizar el agua de tu pozo también es importante analizar el agua de tu grifo. La prueba de ambos te ayudará a determinar si necesitas un tratamiento de agua para potabilizar agua de pozo, si tu sistema de tratamiento, en caso de tenerlo, está funcionando correctamente y si la calidad del agua de tu acuífero ha cambiado.
Análisis microbiológico del agua
Si hemos solicitado y tenemos en nuestro poder la analítica del agua puede que los resultados nos sean algo confusos pero no difíciles de interpretar. Su interpretación puede variar en función del laboratorio elegido. En cuanto al análisis de tipo microbiológico, se busca si el agua tiene o no contaminación de origen fecal.
El resultado de la medición más relevante es el recuento de bacterias coliformes totales (CT). Si el resultado del recuento es positivo será necesario analizar el agua para detectar otras bacterias específicas.
Los coliformes totales forman un grupo heterogéneo de bacterias de origen fecal y ambiental. De hecho, la mayoría de las especies proliferan de manera natural en el suelo y en la vegetación en estado de descomposición. Su presencia en el agua generalmente no indica contaminación fecal o un riesgo para la salud, sino más bien un deterioro de la calidad bacteriana del agua.
Este deterioro puede atribuirse, entre otras cosas, a la infiltración de agua superficial en el pozo, o al crecimiento gradual de una capa de bacterias en las paredes, llamada biopelícula. El análisis de coliformes totales permite obtener información sobre la vulnerabilidad potencial de un pozo a la contaminación de la superficie.
Recuerda que debes hacer esta prueba en el agua de tu pozo todos los años.
El análisis microbiológico dio positivo. ¿Qué hago ahora?
Si los resultados del análisis de agua te indican la presencia de bacterias lo primero que tienes que hacer es una cloración de choque o desinfección para eliminar la contaminación bacteriana del pozo.
Este tratamiento te ayudará a controlar las bacterias durante un período de tiempo, entre las que se incluyen los coliformes, Escherichia coli y bacterias fecales.

La cloración de choque para desinfectar el pozo se basa en combinar suficientes químicos a base de cloro con el agua de pozo para formar una solución que contenga 200 miligramos por litro (mg/L) de cloro libre a lo largo de toda la red de distribución de agua (pozo, bomba, tubería de distribución, etc.).
Si lo vas a hacer por tu cuenta, hay que tener presente que el cloro es altamente corrosivo y se tiene que utilizar con sumo cuidado. Deja el cloro actuar en el pozo entre 12 y 24 horas y después purga el agua para vaciar por completo la instalación. ¡El agua con abundante cloro no es segura para su consumo!
Si la contaminación bacteriana continúa, lo mejor es ponerse en contacto con un profesional para encontrar la fuente de contaminación y/o utilizar algún tratamiento de desinfección como la luz ultravioleta para radicar de manera efectiva las bacterias dañinas.
Hay que tener en cuenta que la cloración de choque de un pozo desinfecta el agua, pero no la purifica por completo, y no es una solución a largo plazo para problemas de contaminación continua. Es un remedio rápido que trabaja mejor si lo combinamos con un tratamiento de desinfección a largo plazo.
El problema está resuelto. Entonces ya no me preocupo, ¿no?
Si al final se hizo una cloración de choque en el pozo, solicitaste más pruebas en el laboratorio y el agua dió como resultado «apta para el consumo humano», puedes pensar que ya no existen riesgos y por ello no preocuparte de nuevo.
¡PIÉNSALO UNA VEZ MÁS! Si tu pozo privado ha estado contaminado una vez, ¿por qué no puede contaminarse de nuevo? La calidad del agua no es siempre estática y puede cambiar de un día para otro y de una estación a otra. A menos que quieras limitarte a la compra de agua embotellada para tu consumo, la cual puede ser costosa y generar residuos, puede que quieras tomar en consideración la desinfección continua de tu suministro de agua.
¿Qué opciones tengo?
Antes de nada, hay que aclarar que existen dos localizaciones para la instalación de los sistemas de tratamiento de agua que proponemos. Elegir cuál de los dos sistemas poner va a depender de tus necesidades. Uno es el tratamiento de agua en el punto de entrada (POE), el otro es el tratamiento de agua en el punto de uso (POU). ¿Cuál es la diferencia?
Tratamiento en punto de entrada (POE): trata el agua en todos los puntos de consumo del hogar, se instala en la entrada general de la vivienda para desinfectar el agua en todos los grifos, esto incluye el agua para beber, cocinar o bañarse.
Tratamiento en punto de uso (POU): trata el agua en un sólo punto de consumo, se puede instalar en cualquier lugar como, por ejemplo, debajo del fregadero de nuestra cocina o sobre la encimera para así proporcionar agua desinfectada para beber o cocinar.
Entre las diferentes tecnologías que existen para el tratamiento de agua de pozo, no todas desactivan los microorganismos. Los descalcificadores y los filtros de carbón activo no desinfectan el agua, así como tampoco los equipos de ósmosis inversa. Solo los sistemas de esterilización ultravioleta (UV), sistemas de cloración y de ozonización si que desinfectan el agua de forma segura y efectiva.
Puedes ver en el siguiente enlace una comparativa con los beneficios y también los inconvenientes de las distintas tecnologías que existen en el mercado para tratar el agua de un pozo.
Nosotros te podemos ayudar a elegir qué equipo para desinfectar agua de pozo es el más apropiado, además de evaluar, previa analítica, la calidad de tu agua por si tambien necesitas un tratamiento de agua adicional (reducir la dureza, hierro, plomo, nitritos, nitratos, etc.), lo que resulta fundamental para una desinfección total.

Desinfectar agua de pozo
Desde Aguapura te proporcionamos el equipo LUVAP, uno de los mejores sistemas domésticos de desinfección por ultravioleta para que puedas desinfectar agua de pozo sin productos químicos. Tanto si prefieres un tratamiento de punto de entrada (POE) como un tratamiento de punto de uso (POU), tu equipo LUVAP podrá desinfectar con total fiabilidad tu agua de pozo para evitar contraer enfermedades al beber agua de grifo.

Este tratamiento para potabilizar agua con luz ultravioleta no afecta al sabor u olor del agua y garantiza que tu familia pueda disfrutar de agua limpia y segura durante todo el año.
¿Cómo funciona la luz ultravioleta?
El agua a tratar pasa a través de una cámara de acero inoxidable la cual contiene la lámpara ultravioleta (UV). A medida que la corriente de agua atraviesa la lámpara, los microorganismos responsables de enfermedades reciben una dosis letal de luz UV que ataca al corazón de su ADN radicando su capacidad de reproducirse.
Incluso los microorganismos resistentes al cloro como la giardia y el cryptosporidium pasan a ser inofensivos tras su exposición a la luz ultravioleta. Con este tratamiento las bacterias y los virus nocivos se desactivan y el agua de tu hogar pasa a ser totalmente segura.
Tal y como dijimos al principio y dependiendo de los resultados del análisis de potabilidad del agua de tu pozo, este equipo se puede combinar junto con otros sistemas de tratamientos de agua como por ejemplo un descalcificador para problemas de agua dura, filtros de agua espeficicos para tratar problemas de sabor, color, olor, turbidez y problemas de contaminación química como nitratos y nitritos.
Según el tamaño de tu vivienda, la calidad actual de la fuente de agua y la de tu grifo, te podemos proporcionar un equipo para desinfectar agua de pozo que responda a tus necesidades: LUVAP, SUVAP y CAP.
Esterilizadores ultravioleta (LUVAP)
Nuestra gama de esterilizadores ultravioleta LUVAP (POE/POU), ha sido diseñada y probada para potabilizar y desinfectar cualquier tipo de pozo garantizando un agua potable de calidad. LUVAP ofrece equipos que varían en caudales desde 2160 litros/hora para casas o viviendas unifamiliares y hasta 4000 litros/hora para superficies o complejos mayores.
Esterilizadores ultravioleta con prefiltración (SUVAP)
El sistema ultravioleta AGUAPURA SUVAP (POE/POU) es un equipo de tratamiento UV con la necesaria prefiltración del agua a tratar.
Se puede instalar tanto a la entrada general de la vivienda como también bajo el fregadero o cualquier otro punto de la casa que se necesite tratar.
Este equipo se compone de dos filtros y un efectivo esterilizador ultravioleta (LUVAP) con tratamiento bactericida para neutralizar microorganismos del agua.
PREFILTRACIÓN:
- Filtro de sedimentos: Elimina la suciedad, sedimentos, partículas de óxido, partículas arcillosas y otras partículas, mejorando el olor, sabor y color del agua.
- Filtro de carbón block activado: Elimina el olor, color y mal sabor a cloro, además de contaminantes orgánicos como herbicidas, pesticidas, y metales como el plomo, mercurio, etc…
Central Aguapura (CAP)

La central AGUAPURA CAP (POE) es un potente equipo que combina el sistema LUVAP y SUVAP mas un descalcificador inhibidor para la potabilización de agua de pozo con proceso de purificación, tratamiento bactericida con ultravioleta y sistema antical ScaleBuster.
Este sistema se instala en la entrada general de tu hogar para tratar el agua en toda tu vivienda y entregar agua purificada sin pérdida de caudal con filtros adaptados según la analítica de agua, una potente lámpara ultravioleta para problemas de microorganismos y además un eficaz descalcificador inhibidor ecológico para tratar tus problemas con la cal.

Este equipo está adaptado para todas aquellas casas o viviendas unifamiliares que desean equiparse con un económico y eficaz sistema para purificar y desinfectar el agua de pozo sin utilizar productos químicos.
Información y consulta de precios
Llámanos al 925 50 87 45 o si lo prefieres completa este formulario y te haremos llegar la información que necesites.